EL COLOR
DE KELLY
MLAA –
4ºEPO
Había una vez una niña llamada Kelly, era nueva en
la ciudad Huelva. Viene de África, concretamente del Congo. Se vino con su
familia huyendo de la guerra, perdió a sus hermanos Daren y Sofía.
Era una
niña bastante agradable y simpática. Lo que más le gustaba hacer era patinar.
Le apuntaron a patinaje artístico.
Como era
negra todo el mundo se reía de ella. En el colegio le pasaba lo mismo, Kelly
llegaba a casa avergonzada de ser negra.
Antes de
mudarse su madre le dijo: si se meten contigo por tu color de piel, no les
hagas caso, tú eres así y eres la persona más agradable que he conocido en mi
vida. Seguro que alguien te va a aceptar tal y como eres de hermosa.
Al día
siguiente, intentó que al menos alguien la aceptara y quisiera ser su amiga. Conoció
a una niña llamada Emily, era una niña muy amigable y valoraba las cualidades
de las personas como Kelly, porque decía que cada persona es única y eso es lo
que hace que nos diferenciemos. Y así se
hicieron amigas para siempre.
Al cabo
de los años Kelly se dio cuenta de que daba igual que fuera negra. Su mejor
amiga la iba a aceptar del color que fuese.
LA NUEVA VIDA DE AKAME CHI
FMF – 4ºEPO
Érase una vez, una
niña que se llamaba Akame Chi (Luna) que vivía en Gansu (China) con sus padres
Whoang Chi y Shang Chi. Como en Gansu eran bastante pobres, con el dinero que
les quedaba se fueron a vivir a Francia
para poder llevar una vida mejor. Trabajaban en su propia tienda 24 horas, Le
bazar du Chi (El bazar de los Chi) y, en tres meses, ya tenían dinero para apuntar
a Luna a la escuela.
En su primer día de
escuela los demás niños no querían acercarse a ella y, obviamente, se
entristeció. Siguieron avanzando los días y sus compañeros se dieron cuenta de
lo lista y persistente que era Luna, así que algunos se fueron haciendo amigos
suyos.
Días después con
ayuda de sus amigos, profesores y padres crearon una organización para ayudar a
niños pobres, enfermos o que sufren algún tipo de discriminación cada día. Y
Luna pese a su poco dinero, pocos amigos y con la sensación de echar de menos
su hogar, ella era feliz. Pensaba: tengo poco pero tengo todo lo que necesito.
Comparado con lo que tienen muchos me siento afortunada.
UN PELOTAZO DE CUENTO
AFM – 3º EPO
La historia que os cuento
sucedió en un colegio. Todo empieza cuando llegó un compañero nuevo llamado
Martín. Este chico procedía de Mali, un país del continente africano. Debido al
color de su piel, todos sus nuevos compañeros lo veían diferente y por este
motivo no hablaban con él. Además, había alumnos que incluso los insultaban y
se reían de él. El que peor se comportaba era Arturo, que era el delegado de
clase y el que debía de dar ejemplo al resto de sus compañeros. Lo que no
sabían Arturo ni el resto de los chicos y chicas de la clase, eran todos los
malos momentos que había sufrido Martín antes de llegar a nuestro país. Entre
otras cosas tuvo que huir con sus padres de su tierra debido a una guerra en la
cual falleció parte de su familia.
La maestra intentaba por
todos los medios que los alumnos trataran con mucho respeto al chico recién
llegado, aunque delante de ella no le insultaban, en el recreo seguían
haciéndolo, siempre liderados por el mismo chico, Arturo. Pasadas unas semanas la
situación seguía siendo la misma, pero sucedió algo que hizo que todo cambiase.
Un día a la hora del
recreo y como era costumbre los chicos y chicas de la clase de 3º B salían
disparados hacia las pistas de deporte donde jugaban hasta la hora de regresar
a clase. Pues bien, lo que sucedió fue que en la cancha de al lado estaban
jugando unos alumnos de 5º curso y sin querer uno de ellos chutó un balón de
fútbol con mucha fuerza, dándole en la cara a Arturo. El balonazo hizo que se
cayera de espaldas y que le sangrara la nariz. Los compañeros empezaron a
reírse y ninguno fue capaz de ir a ver cómo se encontraba. El único que se
preocupó por él fue Martín, que, ayudándole a levantarse, le dio un pañuelo de
papel para que se limpiara la sangre y le acompañó al médico.
Arturo no sabía ni qué
decir porque el chico con el que tanto se metía fue el único que lo ayudó.
Martín demostró con aquel acto mucha más comprensión y respeto del que había
recibido. Desde aquel día ningún compañero volvió a ofenderlo nunca, y de eso
se encargaría el delegado de clase, su nuevo mejor amigo, Arturo.
¿ME MIRAS?
PGM – 2ºESO
Ya me habían
contado que alguien diferente iba a venir. Cuando me dijeron diferente pensé,
¡vaya tontería! pues todos somos igual de diferentes, y eso, nos hace únicos.
Llegó tarde, se
notaba cansado y disperso. No lo conocía, pero a la vez, mi subconsciente
murmuraba como él sería y yo lo creí. Por ello, le dediqué mi más influenciada
mirada, una mirada fría, distante, a la par que curiosa y arrolladora. Él,
sorprendido por mi repentina atención, me devolvió su mirada, y me sorprendió,
tan bella, tan profunda, tan sincera, tan diferente… Su mirada penetró en mí y
me llenó de vida, pero a la vez, me arrebató, de un plumazo, una parte de mi
ser que, hasta entonces, no parecía podrida, tal y como las olas arrojan la
arena mojada de la orilla.
Siempre había
pensado que él era inaudito, extraño, nuevo, recóndito… Pero en aquel instante,
su mirada calló e hizo desaparecer todo lo que, por aquel entonces, mi más fiel
entorno había construido en mí, haciendo que, mi razón, no pudiese escapar del
agujero de susurros mal contados en el que se había metido.
Mientras estos
pensamientos convertidos en arrepentimientos rondaban mi cabeza, yo aún seguía
contemplando su mirada, que parecía teñirse de colores que acariciaban mi alma
y me gritaban lo que siempre soñaba con conseguir: ser sin miedo.
Entonces paró de
mirarme, agachó la cabeza y esperó a ser juzgado por las mentes preparadas para
lanzar sus prejuicios infundados a toda costa, sin dejar pasar un ápice de lo
bueno que podría estar por llegar; en aquel infame, pero común momento, sólo me
dediqué a buscar en mí lo que hacía de él alguien tan increíble e injustamente
repudiado, pues llegar a ser tan personal, sincero y orgulloso de mi ser, fue,
desde entonces, mi mayor meta.
Por cierto, me
llamo inclusión y soy del mundo.
TODO SE PUEDE
MDH – 1ºESO
Esta es la historia
de Karim. Karim es un niño marroquí de 10 años, que vive con su familia en
Francia.
Karim es un niño
normal, como cualquier otro niño, solo que su color de piel es diferente.
Allí iba a un
colegio público en la ciudad de Lyon. Desde su primer día, no le gustó mucho,
porque le miraban raro. Llegaba a su casa desilusionado, decía que solo había
franceses y él quería niños con sus mismas costumbres, pero sus padres no
podían cambiarlo a otro colegio porque no tenían dinero suficiente.
Él no hacía nada en
especial para que lo evitaran, pero notaba que sus compañeros no se le
acercaban.
Pasaron algunos
años y ya estaba en secundaria, cuando llegaron ``extranjeros´´ al colegio como
él. Hizo un amigo que se llamaba Abdulaye o Abdú, como le decían sus amigos.
Él y Abdú se
propusieron entrar en las categorías inferiores del equipo de fútbol del
Olimpique de Lyon y lo consiguieron.
Fueron a jugar su
primer partido contra el Marsella, iban muy ilusionados, pero cuando llegaron
al campo de fútbol vieron como los padres del equipo contrario fueron al
árbitro a quejarse de como ``esos´´ podían jugar. El árbitro no les echó cuenta
y procedió con el partido, su equipo ganó, y él y su amigo Abdú hicieron la
jugada perfecta y metieron el gol que dio la victoria al equipo. Pero eso a los
rivales no le gustó. Y al acabar el partido los jugadores del otro equipo
insultaron y apalearon a Abdú, hasta tal caso que tuvo que ser ingresado en el
hospital. Pero a Karim esa mala experiencia, le sirvió como motivación para
cumplir su sueño de ser futbolista.
A los dieciséis
años de edad, Karim se inscribió en las categorías inferiores del Olimpique de
Lyon, donde hizo amigos nuevos y se lo pasaba genial, pero a medida que iba
avanzando de categoría muchos ultras de otros equipos le increpaban a él y a sus
amigos, incluso llegó a ver pancartas de: ``el fútbol no es para vosotros´´,
refiriéndose a Karim y sus compañeros extranjeros, y eso no le gustaba.
Él empezó a jugar
en el primer equipo, y allí sí que le hicieron mucho desprecio a él y a algunos
compañeros. En las redes sociales no paraban de hacerle comentarios como que
dejara el fútbol, que se fuera a su país, incluso recibió amenazas.
Pero él siguió en
su empeño en ser jugador profesional de fútbol y puso tanta dedicación y
esfuerzo, que llegó a ser titular indiscutible de su equipo.
Con el tiempo llegó
a ser uno de los mejores jugadores del mundo, demostrando que da igual el color
de tu piel, con esfuerzo todo se consigue.
EL COLOR
DE KELLY
MLAA –
4ºEPO
Había una vez una niña llamada Kelly, era nueva en la ciudad Huelva. Viene de África, concretamente del Congo. Se vino con su familia huyendo de la guerra, perdió a sus hermanos Daren y Sofía.
Era una niña bastante agradable y simpática. Lo que más le gustaba hacer era patinar. Le apuntaron a patinaje artístico.
Como era negra todo el mundo se reía de ella. En el colegio le pasaba lo mismo, Kelly llegaba a casa avergonzada de ser negra.
Antes de mudarse su madre le dijo: si se meten contigo por tu color de piel, no les hagas caso, tú eres así y eres la persona más agradable que he conocido en mi vida. Seguro que alguien te va a aceptar tal y como eres de hermosa.
Al día siguiente, intentó que al menos alguien la aceptara y quisiera ser su amiga. Conoció a una niña llamada Emily, era una niña muy amigable y valoraba las cualidades de las personas como Kelly, porque decía que cada persona es única y eso es lo que hace que nos diferenciemos. Y así se hicieron amigas para siempre.
Al cabo
de los años Kelly se dio cuenta de que daba igual que fuera negra. Su mejor
amiga la iba a aceptar del color que fuese.
LA NUEVA VIDA DE AKAME CHI
FMF – 4ºEPO
Érase una vez, una niña que se llamaba Akame Chi (Luna) que vivía en Gansu (China) con sus padres Whoang Chi y Shang Chi. Como en Gansu eran bastante pobres, con el dinero que les quedaba se fueron a vivir a Francia para poder llevar una vida mejor. Trabajaban en su propia tienda 24 horas, Le bazar du Chi (El bazar de los Chi) y, en tres meses, ya tenían dinero para apuntar a Luna a la escuela.
En su primer día de escuela los demás niños no querían acercarse a ella y, obviamente, se entristeció. Siguieron avanzando los días y sus compañeros se dieron cuenta de lo lista y persistente que era Luna, así que algunos se fueron haciendo amigos suyos.
Días después con
ayuda de sus amigos, profesores y padres crearon una organización para ayudar a
niños pobres, enfermos o que sufren algún tipo de discriminación cada día. Y
Luna pese a su poco dinero, pocos amigos y con la sensación de echar de menos
su hogar, ella era feliz. Pensaba: tengo poco pero tengo todo lo que necesito.
Comparado con lo que tienen muchos me siento afortunada.
UN PELOTAZO DE CUENTO
AFM – 3º EPO
La historia que os cuento
sucedió en un colegio. Todo empieza cuando llegó un compañero nuevo llamado
Martín. Este chico procedía de Mali, un país del continente africano. Debido al
color de su piel, todos sus nuevos compañeros lo veían diferente y por este
motivo no hablaban con él. Además, había alumnos que incluso los insultaban y
se reían de él. El que peor se comportaba era Arturo, que era el delegado de
clase y el que debía de dar ejemplo al resto de sus compañeros. Lo que no
sabían Arturo ni el resto de los chicos y chicas de la clase, eran todos los
malos momentos que había sufrido Martín antes de llegar a nuestro país. Entre
otras cosas tuvo que huir con sus padres de su tierra debido a una guerra en la
cual falleció parte de su familia.
La maestra intentaba por todos los medios que los alumnos trataran con mucho respeto al chico recién llegado, aunque delante de ella no le insultaban, en el recreo seguían haciéndolo, siempre liderados por el mismo chico, Arturo. Pasadas unas semanas la situación seguía siendo la misma, pero sucedió algo que hizo que todo cambiase.
Un día a la hora del
recreo y como era costumbre los chicos y chicas de la clase de 3º B salían
disparados hacia las pistas de deporte donde jugaban hasta la hora de regresar
a clase. Pues bien, lo que sucedió fue que en la cancha de al lado estaban
jugando unos alumnos de 5º curso y sin querer uno de ellos chutó un balón de
fútbol con mucha fuerza, dándole en la cara a Arturo. El balonazo hizo que se
cayera de espaldas y que le sangrara la nariz. Los compañeros empezaron a
reírse y ninguno fue capaz de ir a ver cómo se encontraba. El único que se
preocupó por él fue Martín, que, ayudándole a levantarse, le dio un pañuelo de
papel para que se limpiara la sangre y le acompañó al médico.
Arturo no sabía ni qué
decir porque el chico con el que tanto se metía fue el único que lo ayudó.
Martín demostró con aquel acto mucha más comprensión y respeto del que había
recibido. Desde aquel día ningún compañero volvió a ofenderlo nunca, y de eso
se encargaría el delegado de clase, su nuevo mejor amigo, Arturo.
¿ME MIRAS?
PGM – 2ºESO
Ya me habían
contado que alguien diferente iba a venir. Cuando me dijeron diferente pensé,
¡vaya tontería! pues todos somos igual de diferentes, y eso, nos hace únicos.
Llegó tarde, se
notaba cansado y disperso. No lo conocía, pero a la vez, mi subconsciente
murmuraba como él sería y yo lo creí. Por ello, le dediqué mi más influenciada
mirada, una mirada fría, distante, a la par que curiosa y arrolladora. Él,
sorprendido por mi repentina atención, me devolvió su mirada, y me sorprendió,
tan bella, tan profunda, tan sincera, tan diferente… Su mirada penetró en mí y
me llenó de vida, pero a la vez, me arrebató, de un plumazo, una parte de mi
ser que, hasta entonces, no parecía podrida, tal y como las olas arrojan la
arena mojada de la orilla.
Siempre había
pensado que él era inaudito, extraño, nuevo, recóndito… Pero en aquel instante,
su mirada calló e hizo desaparecer todo lo que, por aquel entonces, mi más fiel
entorno había construido en mí, haciendo que, mi razón, no pudiese escapar del
agujero de susurros mal contados en el que se había metido.
Mientras estos
pensamientos convertidos en arrepentimientos rondaban mi cabeza, yo aún seguía
contemplando su mirada, que parecía teñirse de colores que acariciaban mi alma
y me gritaban lo que siempre soñaba con conseguir: ser sin miedo.
Entonces paró de
mirarme, agachó la cabeza y esperó a ser juzgado por las mentes preparadas para
lanzar sus prejuicios infundados a toda costa, sin dejar pasar un ápice de lo
bueno que podría estar por llegar; en aquel infame, pero común momento, sólo me
dediqué a buscar en mí lo que hacía de él alguien tan increíble e injustamente
repudiado, pues llegar a ser tan personal, sincero y orgulloso de mi ser, fue,
desde entonces, mi mayor meta.
Por cierto, me
llamo inclusión y soy del mundo.
TODO SE PUEDE
MDH – 1ºESO
Esta es la historia de Karim. Karim es un niño marroquí de 10 años, que vive con su familia en Francia.
Karim es un niño
normal, como cualquier otro niño, solo que su color de piel es diferente.
Allí iba a un
colegio público en la ciudad de Lyon. Desde su primer día, no le gustó mucho,
porque le miraban raro. Llegaba a su casa desilusionado, decía que solo había
franceses y él quería niños con sus mismas costumbres, pero sus padres no
podían cambiarlo a otro colegio porque no tenían dinero suficiente.
Él no hacía nada en
especial para que lo evitaran, pero notaba que sus compañeros no se le
acercaban.
Pasaron algunos
años y ya estaba en secundaria, cuando llegaron ``extranjeros´´ al colegio como
él. Hizo un amigo que se llamaba Abdulaye o Abdú, como le decían sus amigos.
Él y Abdú se
propusieron entrar en las categorías inferiores del equipo de fútbol del
Olimpique de Lyon y lo consiguieron.
Fueron a jugar su
primer partido contra el Marsella, iban muy ilusionados, pero cuando llegaron
al campo de fútbol vieron como los padres del equipo contrario fueron al
árbitro a quejarse de como ``esos´´ podían jugar. El árbitro no les echó cuenta
y procedió con el partido, su equipo ganó, y él y su amigo Abdú hicieron la
jugada perfecta y metieron el gol que dio la victoria al equipo. Pero eso a los
rivales no le gustó. Y al acabar el partido los jugadores del otro equipo
insultaron y apalearon a Abdú, hasta tal caso que tuvo que ser ingresado en el
hospital. Pero a Karim esa mala experiencia, le sirvió como motivación para
cumplir su sueño de ser futbolista.
A los dieciséis
años de edad, Karim se inscribió en las categorías inferiores del Olimpique de
Lyon, donde hizo amigos nuevos y se lo pasaba genial, pero a medida que iba
avanzando de categoría muchos ultras de otros equipos le increpaban a él y a sus
amigos, incluso llegó a ver pancartas de: ``el fútbol no es para vosotros´´,
refiriéndose a Karim y sus compañeros extranjeros, y eso no le gustaba.
Él empezó a jugar
en el primer equipo, y allí sí que le hicieron mucho desprecio a él y a algunos
compañeros. En las redes sociales no paraban de hacerle comentarios como que
dejara el fútbol, que se fuera a su país, incluso recibió amenazas.
Pero él siguió en
su empeño en ser jugador profesional de fútbol y puso tanta dedicación y
esfuerzo, que llegó a ser titular indiscutible de su equipo.
Con el tiempo llegó
a ser uno de los mejores jugadores del mundo, demostrando que da igual el color
de tu piel, con esfuerzo todo se consigue.